Creatividad y Expresión
"...no es sólo registrar y reconocer el mundo exterior a través de las puertas de los sentidos, sino también interpretar CREATIVAMENTE el mundo interior y verterlo al exterior."
C. G. Jung
C. G. Jung
jueves, 15 de mayo de 2025
El silencio de los otros
Él, procura mostrar una cara amable, solícita y colaborativa. Él, tiene el poder del SILENCIO de los otros. Él, es aquel que al cerrar la puerta de su casa, deja atrás un rostro para dar rienda suelta a otro rostro que puede dibujar un brillo de satisfacción y éxito cada vez que infringe sufrimiento. Él es como ese padre que se arranca el cinturón de cuero de su pantalón y le propina a su hijo una paliza en el culo porque en el culo no se ven las marcas. Ese padre que después de la azotaina, abraza y consuela a su hijo mientras le susurra al oído que lo hace por su bien porque el niño es “malo”, es incorrecto o porque no hace lo que su padre desea que el niño haga. El niño se siente confundido porque, a pesar del dolor y el escozor de los latigazos, de pronto siente el abrazo y la ternura de su padre y puede que sea de la única manera que logre sentir un poco de su amor y así es como comienza una historia infinita de dolor-amor-dolor...El niño crecerá y esconderá esta experiencia en un lugar muy profundo y oscuro de su psique; la silenciará pero probablemente desarrolle una alergia al cuero o sienta un escalofrío cuando escuche un latigazo como ese cachorro que aún se esconde debajo de la cama si escucha petardos porque aún recuerda el disparo del cazador que mató a su madre. Ese niño, ahora adulto, se irá alejando de cosas, personas, lugares y situaciones que, de algún modo, le devuelvan un ápice de recuerdo de aquello vivido, porque aún hoy quizás ni siquiera sabe si fue el verdadero causante de que su padre tuviese ese comportamiento; porque aún siente la culpa de ese niño “malo” que se ganó la paliza y porque aún no sabe cómo explicarse así mismo y al mundo, que a veces se comportaba mal porque, a pesar de los castigos y palizas, después encontraba un mínimo de afecto por parte de su padre. Y así es como empiezan todas las situaciones de abuso de hombre-mujeres hacia mujeres-hombres, de compañeros de colegio, de invasiones de países a otros... Todas estas situaciones están avaladas por la ley del SILENCIO. Un SILENCIO anclado en nuestra sombra colectiva. Esa voz que se silenció mucho antes de que comenzase una guerra o que se cometiese un crimen. Un SILENCIO del que somos cómplices en nuestra cotidianidad. Un SILENCIO que se acalla con una bonificación por una situación económica insostenible porque hay una guerra que comenzó hace muchos años en SILENCIO (el abrazo del papá al niño azotado). Él, procura mostrar una cara amable, solícita y colaborativa mientras ella le denuncia, harta de su propio SILENCIO, en su muro de un perfíl de una red social. Harta de su SILENCIO mientras observa como aún él goza de credibilidad, aceptación y cobertura mientras ella se ha visto desterrada por su SILENCIO. Hay un proverbio chino que dice: “Antes de meterte en la tarea de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa”...
(Foto tomada del blog Abate Soderini. Hexagrama 47 "la opresión")
Texto de Marisa Alonso
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