Creatividad y Expresión

"...no es sólo registrar y reconocer el mundo exterior a través de las puertas de los sentidos, sino también interpretar CREATIVAMENTE el mundo interior y verterlo al exterior."

C. G. Jung

martes, 4 de enero de 2011

ARG!!! QUE TIPOS




 Mi llegada al mundo del teatro "al uso", fue más fortuita que premeditada. Como actriz del Arte del Movimiento, mi concepción del teatro era desde el cuerpo; encontrar el personaje de un modo orgánico y natural y no a través de un texto preestablecido o un personaje creado. Por esta razón, mi modo de hacer frente a un grupo con experiencia previa a nivel teatral y poca o nada a nivel corporal, resultaba dificultoso pero, al mismo tiempo, un reto que no podía, ni quería eludir.

Cuando me presenté al grupo sentí desde el principio su estupefacción. No comprendían como se podía trabajar sin texto o qué significaba eso de encontrar el personaje desde el movimiento y la expresión corporal. Así que me puse manos a la obra (y nunca mejor dicho). Les propuse ejercicios sencillos donde pudiesen encontrar espontáneamente, sensaciones o imágenes que surgiesen de sí mismos. Fue, con uno de estos ejercicios, con una propuesta sobre trayectorias, tempos y diseños corporales, que se fueron presentando los personajes por sí mismos: la psicóloga, el abogado, la hippy, la presidenta, etc. Así hasta 16 personajes. La obra fui escribiéndola poco a poco, presentándola en cada nueva sesión y sin abandonar la motivación de darles algunas herramientas corporales.

Su actitud fue siendo cada vez más abierta pero, al mismo tiempo, sin perder esa cierta desconfianza por no saber exactamente cual sería el resultado. Si algo tenía claro es que haría una obra de teatro coral, sin protagonistas definidos. Un obra donde cada uno tenía la máxima importancia porque tenía relación con un todo. Que sintiesen que cada uno de los personajes eran esenciales para contar una historia y que el brillo del individuo sería más por sus cualidades que por una razón de peso escénico. En un período de tres meses, se gestó "Arg!!! que Tipos" y todo lo demás, todas las dificultades y los éxitos los vivimos en cada una de las sesiones que compartimos, fue un proceso donde cada cual aportó lo mejor de sí mismo. Por todo esto y por lo mucho que aprendimos los unos de los otros, envío mi cariño y agradecimiento a "La Pulga Teatro", que supo acoger a esta profe de teatro con grandes y locas ideas.


PSICOLOGA: ¿Qué le lleva a alguien a hacerse psicólogo?. Quizás la necesidad de responderse a algunas preguntas inquietantes; puede que la sensación de querer ayudar a otros o puede que, en definitiva, ayudarse a uno mismo gracias a la posibilidad de verse reflejado en el proceso de cada uno de los pacientes (se queda un instante pensativa). ¿Cuándo empezó todo? Hará aproximadamente dos o tres meses…. ¿Cuánto tiempo llevan casados?.

LA NOVIA: Tres meses

EL NOVIO: Casi cuatro (la corrige)

PSICOLOGA: (Siendo consciente de la tensión que sufre la pareja) Bueno es poco tiempo aún para hacer un balance tan negativo.

LA NOVIA: (Muy afectada) Pues sí señora; casi cuatro meses y ya le puedo a usted garantizar, que ha sido un error casarnos. (Triste y resignada) Si hubiésemos seguido como al principio. Éramos tan felices, teníamos tantas ilusión (se echa a llorar).




EL NOVIO: (Coge el teléfono) ¿Dígame?. Hola mamá. En el museo, ya sabes que hoy no…. Pero ¡mamá!. Bueno vale, no te pongas así, ahora mismo voy. (Cuelga y se dirige a LA NOVIA). Perdona pero, tengo que irme. Mi madre tiene una jaqueca terrible y necesita que le ayude a preparar la comida. Vienen sus amigas a comer y ella no puede con todo.


EL NOVIO: Me enamoré de ella el primer día que la vi y quise casarme desde el principio pero, no me atrevía a pedírselo. Pensaba que no iba a ser suficiente para ella, que merecía algo mejor. Entonces, me llamaron para darme trabajo en una de las más prestigiosas galerías de arte y me decidí. Quedé con ella en un bar. Ella llegó cansada, después de toda la jornada trabajando y se lo dije: “Quiero decirte algo” (saca el anillo) “¡Cásate conmigo”.




PSICOLOGA: Entonces fuisteis a casa de su madre a vivir.


LA NOVIA: Así es.

PSICOLOGA: Cuéntame (dirigiéndose a él) ¿Cómo es tu madre?.

EL NOVIO: Bueno… ella es… una mujer muy peculiar.

LA NOVIA: ¡Y tanto! Con decirla a usted que la Presidenta de una Asociación de Mujeres Divorciadas.

LA PSICÓLOGA: (Refiriéndose a él) ¿Están tus padres divorciados?.

EL NOVIO: No señora; siguen casados pero…


LA EX NOVIA: Sigue, sigue que me interesa mucho la predicción.


LA TAROTISTA: Efectivamente, se trata de un hombre justo y sin embargo, hay algo en él que no tiene resuelto, no sé; como si no estuviese a gusto con su situación. (Dándole mucho misterio).

LA EX NOVIA: Pues estamos apañados; entre que yo no sé nada y él no lo tiene claro…


LA EX: Deduzco que tú eres el abogado de estas arpías.


EL ABOGADO: No; esto es un disfraz. Yo, en realidad, lo que siempre he querido ser es (busca en su maletín y saca una nariz roja) ¡payaso!. (Todo esto lo tiene que hacer mientras lo dice) Ponerme unos zapatones grandes, tropezarme con una silla y meter el pie en un cubo de agua. (Ella se ríe). Me gusta hacer reír a los demás.

LA EX: Eres un gran payaso.

EL ABOGADO: Fíjate si lo seré que me hice abogado.



LA HIPPY: Pues nada la comuna, que nos han desalojado. Después de 20 años, llegan unos listos al pueblo y dicen que van a hacer un Centro de turismo rural. Y yo les decía: “pero que hotelito rural ni que leches. Si para rurales ya estamos nosotros que después de tanto tiempo, nos meneas un poco y nos caen las bellotas”. Pero  nada; nos dijeron que si el nudismo, el amor libre, las plantaciones de marihuana y demás, pues que no era compatible con las perspectivas del Ministerio de Cultura y aquí estoy.



EL MARIDO: Sabe, ahora que estamos en un momento de confesión me voy a permitir hacerle una confidencia: no soporto en qué me he convertido. Creo que todos tenemos sueños pero también creo que nos olvidamos perseguirlos y apostar por ellos. Hace tanto tiempo que no sueño, que ya no sé quién soy.


LA MADRE DE LA NOVIA: Si hay una cosa que me dejó claro mi marido, fue que los sueños nos hacen libres. Quizás sea lo único que se acerca al concepto de aquello que llamamos libertad.


EL FONTANERO: Hola, quería decirla que ha habido algún problemilla con las tuberías, pero nada que un buen fontanero no pueda solucionar. Ya sabe que los fontaneros de hoy en día son como los alquimistas: que convierten el plomo en oro. (Esto del oro no dice haciendo el gesto del dinero).


LA NINFOMANA: ¡Uy! Le agradezco mucho la información pero creo que viene usted buscando a otras personas. Claro, todo depende de lo que quiera usted encontrar.

EL FONTANERO: Pues dinerito. A ver qué voy a querer. La chapuza está terminada y yo lo que necesito es la guita para irme a tomar unas cañas con los currantes. Somos un equipo, ¿sabe?; pero el que lo gestiona es el menda. Que siempre ha tenido mucho poderío para las finanzas.

LA NINFOMANA: Sí; lo del poderío es indiscutible. Si me disculpa voy a avisar a la dueña de la casa y ahora mismito vengo. ¿Me esperará?.

EL FONTANERO: Claro señora; a mandar que pá eso estamos.


EL NOVIO: (Se ve a la novia con la mochila y decidida) ¿De verdad te vas a ir? Y, ¿dónde?.


LA NOVIA: No lo sé, pero creo que es lo mejor para los dos. Necesito un respiro, meditar sobre todo lo que ha ocurrido.

EL NOVIO: Siento no haber reaccionado a tiempo.

LA NOVIA: Aún tenemos mucho que aprender. Tal vez, más adelante podamos crear algo nuevo.

EL NOVIO: ¿Te volveré a ver?.

LA NOVIA: No lo sé. (le da un beso y va saliendo. El se queda parado, viéndola como se va. De pronto corre le da media vuelta, ella suelta la maleta y le da un fuerte abrazo luego ella coge la maleta de nuevo y se va. El empieza a salir mientras mira para atrás como si no supiese qué hacer y cabizbajo dándose cuenta de lo que ha ocurrido.)



LA LLORONA: Chicas, por fin mi ilusión se hace realidad.


LA EX NOVIA: ¿Una familia?

LA LLORONA: No; un orgasmo.

 

EL MARIDO: Se me está ocurriendo… ¿Le gusta el arte?.


LA PSICOLOGA: Me encanta.

EL MARIDO: Pues el domingo a las 10 en el Prado.

LA PSICOLOGA: ¿Me está invitando a salir?.

EL MARIDO: La estoy invitando a soñar (y sale de escena).

LA PSICOLOGA: Si algo he aprendido en los años que llevo en esta profesión, es que una nunca está lo suficientemente protegida ante los procesos de los demás. Cada vez que aparece un paciente nuevo hay un aspecto oculto en mí misma que se pone de manifiesto. Ese es el arte de la psicología, que nos hace humanos a todos por igual. Después de tanto tiempo y tras mucho pensar en qué es lo que nos hace perder la cabeza, la conclusión a la que he llegado es que necesitamos ser nosotros mismos aunque, a veces, no sea precisamente lo más cómodo para nuestra existencia. (Deja un silencio). Saben que les digo y se lo dice una profesional: no se olviden nunca de soñar. (Apaga la luz). FIN.

No hay comentarios:

Publicar un comentario